martes, 15 de marzo de 2011

Instantes.

Después de un tiempo,

          uno aprende la sutil diferencia

          entre sostener una mano

          y encadenar un alma,

          y uno aprende

          que el amor no significa recostarse

          y una compañía no significa seguridad

          y uno empieza a aprender...

          que los besos no son contratos

          y los regalos no son promesas

          y uno empieza a aceptar sus derrotas

          con la cabeza alta y los ojos abiertos

          y uno aprende a construir

          todos sus caminos en el hoy,

          porque el terreno de mañana

          es demasiado inseguro para planes...

          y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad.

          Después de un tiempo uno aprende que si es demasiado,

          hasta el calorcito del sol quema.

          Así es que uno planta su propio jardín

          y decora su propia alma,

          en lugar de  esperar a que alguien le traiga flores.

          Y uno aprende que realmente puede aguantar,

          que uno realmente es fuerte,

          que uno realmente vale,

          y uno aprende y aprende...

          y con cada adiós uno aprende.

JORGE LUIS BORGES  

No mueras Lentamente!


Muere lentamente quien no voltea la mesa cuando esta infeliz en el trabajo, quien no arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño, quien no se permite por lo menos una vez en la vida, huir de los consejos sensatos.

Muere lentamente quien no viaja, quien no lee, quien no oye música, quien no encuentra gracia en si mismo.

Muere lentamente quien destruye su amor propio, quien no se deja ayudar.

Muere lentamente, quien pasa los demás quejándose de su mala suerte o de la lluvia incesante.

Muere lentamente, quien abandona un proyecto antes de iniciarlo,no pregunta de un asunto que desconoce o no responde cuando le indagan sobre algo que sabe. Evitemos la muerte en suaves cuotas, recordando siempre que estar vivo exige un esfuerzo mucho mayor que el simple hecho de respirar.

Solamente la ardiente paciencia hará que conquistemos una esplendida felicidad.

Depende de como lo vivamos...

Si te vas a calentar, que sea al sol

Si vas a engañar, que sea a tu estomago

Si vas a llorar, que sea de alegría

Si vas a mentir, que sea la edad

Si vas a robar, que sea un beso

Si vas a perder, que se pierda el miedo

Y si existe hambre, que sea de amor

Si es para ser feliz... que sea todo el tiempo!!!    

Pablo Neruda

lunes, 14 de marzo de 2011

Seguiré adelante.


Voy a seguir creyendo, aún cuando la gente pierda la esperanza.
Voy a seguir dando amor, aunque otros siembren odio.
Voy a seguir construyendo, aún cuando otros destruyan.
Voy a seguir hablando de paz, aún en medio de una guerra.
Voy a seguir iluminando, aún en medio de la oscuridad.

Y seguiré sembrando, aunque otros pisen la cosecha.
Y seguiré gritando, aún cuando otros callen.
Y dibujaré sonrisas, en rostros con lágrimas.
Y transmitiré alivio, cuando vea dolor.
Y regalaré motivos de alegría donde sólo haya tristezas.
Invitaré a caminar al que decidió quedarse.
Y levantaré los brazos a los que se han rendido.


que haría?


"Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo y me regalara un trozo de vida, posiblemente no diría todo lo que pienso, pero en definitiva pensaría todo lo que digo.

Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan.

Dormiría poco, soñaría más, entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz. Andaría cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás duermen. Escucharía cuando los demás hablan y cómo disfrutaría de un buen helado de chocolate!

Si Dios me obsequiara un trozo de vida, vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol, dejando descubierto, no solamente mi cuerpo, sino mi alma.

Dios mío si yo tuviera un corazón, escribiría mi odio sobre el hielo, y esperaría a que saliera el sol. Pintaría con un sueño de Van Gogh sobre las estrellas un poema de Benedetti, y una canción de Serrat sería la serenata que le ofrecería a la luna. Regaría con mis lágrimas las rosas, para sentir el dolor de sus espinas, y el encarnado beso de sus pétalos...

Dios mío, si yo tuviera un trozo de vida... No dejaría pasar un sólo día sin decirle a la gente que quiero, que la quiero. Convencería a cada mujer u hombre que son mis favoritos y viviría enamorado del amor.

A los hombres les probaría cuán equivocados están al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse! A un niño le daría alas, pero le dejaría que él solo aprendiese a volar. A los viejos les enseñaría que la muerte no llega con la vejez, sino con el olvido. Tantas cosas he aprendido de ustedes, los hombres... He aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de subir la escarpada. He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño, por primera vez, el dedo de su padre, lo tiene atrapado por siempre.

He aprendido que un hombre sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo, cuando ha de ayudarle a levantarse. Son tantas cosas las que he podido aprender de ustedes, pero realmente de mucho no habrán de servir, porque cuando me guarden dentro de esa maleta, infelizmente me estaré muriendo.

Siempre di lo que sientes y haz lo que piensas. Si supiera que hoy fuera la última vez que te voy a ver dormir, te abrazaría fuertemente y rezaría al Señor para poder ser el guardián de tu alma. Si supiera que esta fuera la última vez que te vea salir por la puerta, te daría un abrazo, un0 beso y te llamaría de nuevo para darte más. Si supiera que esta fuera la última vez que voy a oír tu voz, grabaría cada una de tus palabras para poder oírlas una y otra vez indefinidamente. Si supiera que estos son los últimos minutos que te veo diría "te quiero" y no asumiría, tontamente, que ya lo sabes.

Siempre hay un mañana y la vida nos da otra oportunidad para hacer las cosas bien, pero por si me equivoco y hoy es todo lo que nos queda, me gustaría decirte cuanto te quiero, que nunca te olvidaré.

El mañana no le está asegurado a nadie, joven o viejo. Hoy puede ser la última vez que veas a los que amas. Por eso no esperes más, hazlo hoy, ya que si el mañana nunca llega, seguramente lamentarás el día que no tomaste tiempo para una sonrisa, un abrazo, un beso y que estuviste muy ocupado para concederles un último deseo. Mantén a los que amas cerca de ti, diles al oído lo mucho que los necesitas, quiérelos y trátalos bien, toma tiempo para decirles "lo siento", "perdóname", "por favor", "gracias" y todas las palabras de amor que conoces.

Nadie te recordará por tus pensamientos secretos. Pide al Señor la fuerza y sabiduría para expresarlos. Demuestra a tus amigos cuanto te importan."

GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ

Hey!! Sonríe!!!


La vida es una obra de teatro que no permite ensayos...
Por eso, canta, ríe, baila, llora
y vive intensamente cada momento de tu vida...
...antes que el telón baje
y la obra termine sin aplausos.

¡Hey, hey, sonríe!

más no te escondas detrás de esa sonrisa...
Muestra aquello que eres, sin miedo.
Existen personas que sueñan
con tu sonrisa, así como yo.

¡Vive! ¡Intenta!

La vida no pasa de una tentativa.

¡Ama!

Ama por encima de todo,
ama a todo y a todos.
No cierres los ojos a la suciedad del mundo,
no ignores el hambre!
Olvida la bomba,
pero antes haz algo para combatirla,
aunque no te sientas capaz.

¡Busca!

Busca lo que hay de bueno en todo y todos.
No hagas de los defectos una distancia,
y si, una aproximación.

¡Acepta!

La vida, las personas,
haz de ellas tu razón de vivir.

¡Entiende!

Entiende a las personas que piensan diferente a ti,
no las repruebes.

¡Eh! Mira...

Mira a tu espalda, cuantos amigos...
¿Ya hiciste a alguien feliz hoy?
¿O hiciste sufrir a alguien con tu egoísmo?

¡Eh! No corras...

¿Para que tanta prisa?
Corre apenas dentro tuyo.

¡Sueña!

Pero no perjudiques a nadie y
no transformes tu sueño en fuga.

¡Cree! ¡Espera!

Siempre habrá una salida,
siempre brillará una estrella.

¡Llora! ¡Lucha!

Haz aquello que te gusta,
siente lo que hay dentro de ti.

Oye...

Escucha lo que las otras personas
tienen que decir, es importante.

Sube...

Haz de los obstáculos escalones
para aquello que quieres alcanzar.
Mas no te olvides de aquellos
que no consiguieron subir
en la escalera de la vida.

¡Descubre!

Descubre aquello que es bueno dentro tuyo.
Procura por encima de todo ser gente,
yo también voy a intentar.
¡Hey! Tú...
ahora ve en paz.
Yo preciso decirte que... TE ADORO,
simplemente porque existes.
Charles Chaplin

Tal Vez...


Tal vez yo voy a envejecer muy rápido, pero lucharé para que el día haya valido la pena.

Tal vez sufra innumerables desilusiones en el transcurso de mi vida, pero haré que ellas pierdan la importancia delante de los gestos de amor que encuentre.


Tal vez yo no tenga la fuerza para realizar todas mis ideas, pero jamás me consideraré un derrotado.


Tal vez en algún instante yo sufra una terrible caída, pero no me quedaré mucho tiempo mirando para el suelo.


Tal vez un día el sol deje de brillar, pero entonces iré a bañarme en la lluvia.


Tal vez un día yo sufra alguna injusticia, pero jamás iré a asumir el papel de víctima.

Tal vez yo tenga que enfrentarme con algunos enemigos, pero tendré la humildad para aceptar las manos que se extendieron hacia mí.

Tal vez en una de esas noches frías yo derrame muchas lágrimas, pero jamás tendré vergüenza por ese gesto.

Tal vez yo sea engañado muchas veces, pero no dejaré de creer que en algún lugar alguien merece mi confianza.

Tal vez con el tiempo yo reconozca que cometí muchos errores, pero no desistiré de seguir recorriendo mi camino.

Tal vez con el transcurrir de los años yo pierda grandes amigos, pero aprenderé que aquellos que son mis verdaderos amigos jamás estarán perdidos.

Tal vez algunas personas quieran mi mal, pero yo continuaré plantando las semillas de fraternidad por donde yo pase.

Tal vez yo me quede triste al percibir que no consigo seguir el ritmo de la música, pero entonces haré que la música siga el compás de mis pasos.

Tal vez yo nunca consiga ver un arco iris, pero aprenderé a diseñar uno aunque sea dentro de mi corazón.

Tal vez hoy me sienta débil, pero mañana recomenzaré, aunque sea de manera diferente.

Tal vez yo nunca aprenda todas las lecciones necesarias, pero tendré en la conciencia que las verdaderas enseñanzas ya están grabadas en mi interior.

Tal vez yo me deprima por no saber la letra de aquella canción, pero estaré feliz con las otras capacidades que si poseo.

Tal vez no tenga motivos para grandes conmemoraciones, pero no dejaré de alegrarme con las grandes conquistas.

Tal vez la voluntad de abandonar todo se torne mi compañera, pero en vez de huir, correré detrás de lo que deseo.

Tal vez yo no sea exactamente quien me gustaría ser, pero pasaré a admirar a quien soy.

Porque al final sabré que así mismo con incontables dudas, soy capaz de construir una vida mejor. Y si todavía no me convencí de esto, es por que creo en el dicho “todavía no llegó el fin”.

Porque al final no habrá ningún “tal vez” y sí la certeza de que mi vida valió la pena y yo hice lo mejor que podía.

Quisiera estar seguro...


Quisiera estar seguro de haberte enseñado.

A disfrutar del amor,


a confiar en tu fuerza,


a enfrentar tus miedos,


a entusiasmarte con la vida,


a pedir ayuda cuando la necesites,


a permitir que te consuelen cuando sufres,


a tomar tus propias decisiones,


a hacer valer tus elecciones,

a ser amiga de ti misma,

a no tenerle miedo al ridículo,

a darte cuenta que mereces ser querida,

a hablar a los demás amorosamente,

a decir o callar según la conveniencia,

a quedarte con el beneficio de tus éxitos,

a amar y a cuidar la pequeña niña que hay en ti,

a superar la adicción de la aprobación de los demás,

a no absorber las responsabilidades de todos,

a ser consciente de tus sentimiento y actuar en consecuencia,

a no perseguir el aplauso sino tu satisfacción con lo hecho,

a dar porque quieres, nunca porque creas que es tu obligación,

a exigir que se te pague adecuadamente por tu trabajo,

a aceptar tus limitaciones y tu vulnerabilidad sin enojo,

a no imponer tu criterio ni permitir que te impongan el de otro,

a decir que si, sólo cuando quieras y decir que no sin culpa,

a vivir en el presente y no tener expectativas,

a tomar más riesgos,

a aceptar el cambio y revisar tus creencias,

a trabajar para sanar tus heridas viejas y actuales,

a tratar y exigir ser tratada con respeto,

a planear para el futuro pero no vivir en él,

a valorar tu intuición,

a celebrar las diferencias entre los sexos,

a desarrollar relaciones sanas y de apoyo mutuo,

a hacer de la comprensión y el perdón tus prioridades,

a aceptarte así como eres,

a no mirar atrás para ver quién te sigue,

a acrecer aprendiendo de los desencuentros y de los fracasos,

a permitirte reír a carcajadas por la calle sin ninguna razón,

a no idolatrar a nadie, y a mí, menos que a nadie.

Autor: Jorge Bucay

Cuando callas...


Cuando callas, también hablas de ti mismo.

Cuando callas un secreto, conozco tu fidelidad de amigo.


Cuando callas tu propio dolor, conozco tu fortaleza.


Cuando callas ante el dolor ajeno, conozco tu impotencia y tu respeto.


Cuando callas ante lo imposible, conozco tu madurez y tu dominio.


Cuando callas ante la estupidez ajena, conozco tu sabiduría.


Cuando callas ante los fuertes y poderosos, conozco tu temor y tu cobardía.

Cuando callas ante lo que ignoras, conozco tu prudencia.

Cuando callas tus propios méritos, conozco tu humildad y tu grandeza.

El silencio es el templo donde el sabio medita, la cárcel de la que huye el necio y el refugio donde se esconde el cobarde.

Autor: George Eliot

viernes, 11 de marzo de 2011

No te arrepientas... No olvides


No te arrepientas de un día en tu vida, los buenos te dan felicidad, los malos te dan experiencia, ambos son esenciales para la vida.
La felicidad te mantiene dulce, los intentos te mantienen fuerte, las penas te mantiene humano, las caídas te mantienen humilde, el éxito te mantiene brillante... pero no olvides que solo Dios te mantiene caminando

Espejos



Los espejos están llenos de gente.
Los invisibles nos ven.
Los olvidados nos recuerdan.
Cuando nos vemos, los vemos.
Cuand
o nos vamos, ¿se van?Eduardo Galeano - Espejos

Lo hacemos los dos?


Dime a menudo que me amas, a través de tu charla, tus acciones y tus gestos.

No supongas que yo lo sé.


Quizá muestre signos de turbación e incluso niegue que lo necesito, pero no lo creas, hazlo de cualquier manera.


Felicítame a menudo por los trabajos bien desempeñados, y cuando falle, no me desacredites, en vez de ello dame seguridad.


No tomes muchas de las cosas que hago por ti, como algo que se da por sentado.

El refuerzo positivo y el agradecimiento darán como resultado, la seguridad de que yo las repita.

Hazme saber cuando te sientas deprimido, solo o incomprendido.

Seré más fuerte al saber que tengo el poder de consolarte.

Los sentimientos si no se verbalizan, pueden ser destructivos.

Recuerda, aun cuando te amo, no siempre puedo leer tu mente.

Expresa sentimientos y pensamientos jubilosos.

Le darán vitalidad a nuestra relación.

Es maravilloso festejar los no cumpleaños, los días de San Valentin personales.

Dar regalos de amor sin razón alguna y escucharte cuando expresas con palabras tu felicidad.

Cuando me respondes... me siento tan especial!!! que eso compensa a todos aquellos que, durante el día, pasaron a mi lado sin verme.

No invalides mi ser diciéndome que lo que veo o lo que siento es insignificante o no es real.

Si lo veo y lo siento... para mí... se trata de mi experiencia y por lo tanto es importante y real.

Escúchame sin juzgarme o sin ideas preconcebidas.

Ser escuchado, lo mismo que ser visto, es algo vital.

Si en verdad me ves y me escuchas tal y como soy en el momento, eso será una constante afirmación de mi ser, a medida que mutuamente nos ayudamos a cambiar.

Tócame.

Sostenme en tus brazos.

Acaríciame y abrázame.

Eso me revitaliza.

Respeta mis silencios.

Casi siempre descubro las alternativas para mis problemas, mi creatividad y mis necesidades espirituales en los momentos de quietud.

Hazle saber a los demás, que me valoras.

La afirmación pública de nuestro amor, me hace sentir especial y llena de orgullo.

¿Lo haces tú? ¿Lo hago yo?

Autor: Leo Buscaglia

El verdadero amor...


Un hombre de cierta edad vino a la clínica donde trabajo para hacerse curar una herida en la mano. Tenía bastante prisa, y mientras se curaba le pregunté qué era eso tan urgente que tenía que hacer.

Me dijo que tenía que ir a una residencia de ancianos para desayunar con su mujer que vivía allí . Me contó que llevaba algún tiempo en ese lugar y que tenía un Alzeimer muy avanzado. Mientras acababa de vendar la herida, le pregunté si ella se alarmaría en caso de que él llegara tarde esa mañana.


No, me dijo. Ella ya no sabe quién soy. Hace ya casi cinco años que no me reconoce. Entonces le pregunté extrañado. -Y si ya no sabe quién es usted, ¿por qué esa necesidad de estar con ella todas las mañanas?


Me sonrió y dándome una palmadita en la mano me dijo: -"Ella no sabe quién soy yo, pero yo todavía sé muy bien quién es ella". 

No te detengas


No dejes que termine el día
sin haber crecido un poco,
sin haber sido feliz,
sin haber aumentado tus sueños.

No te dejes vencer por el desaliento.

No permitas que nadie te quite
el derecho a expresarte,
que es casi un deber.
No abandones las ansias de hacer
de tu vida algo extraordinario.

No dejes de creer que las palabras y
las poesías sí pueden cambiar el mundo.
Pase lo que pase nuestra esencia está intacta.
Somos seres llenos de pasión.
La vida es desierto y oasis.
Nos derriba, nos lastima, nos enseña,
nos convierte en protagonistas
de nuestra propia historia.

Aunque el viento sople en contra,
la poderosa obra continúa:
Tú puedes aportar una estrofa.
No dejes nunca de soñar,
porque en sueños es libre el hombre.
No caigas en el peor de los errores:
el silencio.

La mayoría vive en un silencio espantoso.
No te resignes. Huye.
"Emito mis alaridos por los techos de este mundo",
dice el poeta.
Valora la belleza de las cosas simples.
Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas,
pero no podemos remar en contra
de nosotros mismos.
Eso transforma la vida en un infierno.
Disfruta del pánico que te provoca
tener la vida por delante.

Vívela intensamente, sin mediocridad.
Piensa que en ti está el futuro
y encara la tarea con orgullo y sin miedo.
Aprende de quienes puedan enseñarte.
Las experiencias de quienes
nos precedieron de nuestros
"poetas muertos",
te ayudan a caminar por la vida
La sociedad de hoy somos nosotros.
Los "poetas vivos".
No permitas que la vida
te pase a ti sin que la vivas...

Autor: Walt Whitman

Cuantos años...


¿Cuántos años tengo?

¡Qué importa eso!


¡Tengo la edad que quiero y siento!


La edad en que puedo: Gritar sin miedo lo que pienso...


Hacer lo que deseo, sin miedo al fracaso, o lo desconocido...


Pues tengo la experiencia de los años vividos y la fuerza de la convicción de mis deseos.


¡Qué importa cuantos años tengo!


¡No quiero pensar en ello!

Pues unos dicen que ya soy viejo, "y otros que estoy en el apogeo".

Pero no es la edad que tengo, ni lo que la gente dice, sino lo que mi corazón siente
y mi cerebro dicte.

Tengo los años necesarios para gritar lo que pienso, para hacer lo que quiero, para reconocer yerros viejos, rectificar caminos y atesorar éxitos.

Ahora no tienen porque decir:

¡Estás muy joven, no lo lograrás!

¡Estas muy viejo, ya no podrás!

Tengo la edad en que las cosas se miran con más calma, pero con el interés de seguir creciendo.

Tengo los años en que los sueños se empiezan a acariciar con los dedos, y las ilusiones se convierten en esperanza.

Tengo los años en que el amor, a veces es una loca llamarada, ansiosa de consumirse en el fuego de una pasión deseada.

Y otras es un remanso de paz, como el atardecer en la playa.

¿Qué cuántos años tengo?

No necesito con un número marcarlos, pues mis anhelos alcanzados, mis triunfos obtenidos, y las lágrimas que por el camino derramé al ver mis ilusiones truncadas...

¡Valen mucho más que eso!

¡Qué importa si cumplo cincuenta, sesenta, setenta o más!

Pues lo que importa, ¡Es la edad que siento!

Tengo los años que necesito para vivir libre y sin miedos.

Para seguir sin temor por el sendero, pues llevo conmigo la experiencia adquirida
y la fuerza de mis anhelos.

¿Qué cuántos años tengo?

¡Eso a quién le importa!

¡Tengo los años necesarios para perder el miedo y hacer lo que quiero y lo que siento!

El gallo y el águila


Dos gallos reñían por la preferencia de las gallinas; y al fin uno puso en fuga al otro.
Resignadamente se retiró el vencido a un matorral, ocultándose allí. En cambio el vencedor orgulloso se subió a una tapia alta dándose a cantar con gran estruendo.
Más no tardó un águila en caerle y raptarlo. Desde entonces el gallo que había perdido la riña se quedo con todo el gallinero.
A quien hace alarde de sus propios éxitos, no tarda en aparecerle quien se los arrebate.
Fábula de Esopo

Serás un triunfador


Nuestra gloria más grande no consiste en no haberse caído nunca, sino en haberse levantado después de cada caída. Confucio.
Cuando el egoísmo no limite tu capacidad de amar. Cuando confíes en ti mismo aunque todos duden de ti y dejes de preocuparte por el qué dirán. Cuando tus acciones sean tan concisas en duración como largas en resultados. Cuando puedas renunciar a la rutina sin que ello altere el metabolismo de tu vida.
Cuando sepas distinguir una sonrisa de una burla, y prefieras la eterna lucha que la compra de la falsa victoria. Cuando actúes por convicción y no por adulación. Cuando puedas ser pobre sin perder tu riqueza y rico sin perder tu humildad. Cuando sepas perdonar tan fácilmente como ahora te disculpas.
Cuando puedas caminar junto al pobre sin olvidar que es un hombre, y junto al rico sin pensar que es un Dios. Cuando sepas enfrentar tus errores tan fácil y positivamente como tus aciertos. Cuando halles satisfacción compartiendo tu riqueza.
Cuando sepas obsequiar tu silencio a quien no te pide palabras, y tu ausencia a quien no te aprecia. Cuando ya no debas sufrir por conocer la felicidad y no seas capaz de cambiar tus sentimientos o tus metas por placer. Cuando no trates de hallar las respuestas en las cosas que te rodean, sino en Dios y en tu propia persona. Cuando aceptes los errores, cuando no pierdas la calma, entonces y sólo entonces… serás… ¡Un Triunfador!
Tomado del libro: “Cuentos con Alma II”.
Rosario Gómez

A Eso


A ESO
A eso de caer y volver a levantarse,
de fracasar y volver a comenzar,
de seguir un camino y tener que volver atrás,
de encontrar el dolor y tener que afrontarlo.
A eso…, no le llames adversidad, llámale
Sabiduría
A ESO
A eso de sentir la mano de Dios y saberte impotente,
de fijarte una meta y tener que seguir otra,
de huir de una prueba y tener que encararla,
de planear un vuelo y tener que recortarlo,
de tener aspiraciones y no poder realizarlas,
de querer y no saber, de avanzar y nunca llegar.
A eso…, no le llames castigo, llámale
Enseñanza
A ESO
A eso de pasar juntos, días radiantes,
días felices y días tristes, días de soledad y días de compañía.
A eso…, no le llames rutina, llámale
Experiencia
A ESO
A eso, de que tus ojos miren y tus oídos oigan,
que tu cerebro funcione y tus manos trabajen,
que tu alma irradie vida, y tu sensibilidad sienta, y tu corazón ame…
A eso…, no le llames casualidad o accidente llámale
Diseño Divino
A ESO
A eso, de que tus ojos estén leyendo este mensaje,
que te sientas escuchado y especial..
A eso…,no le llames interés o química, llámale
Amor
Tomado de: “Reflexiones para el alma”.
José Luis Prieto.

La respuesta la tienes tú


Lo importante no es lo que nosotros esperamos de la vida. Sino lo que la vida espera de nosotros. Viktor Frankl.

En una ciudad de Grecia vivía un sabio famoso por tener la respuesta para todas las preguntas. Un día un adolescente, conversando con un amigo, dijo:
- Creo que sé cómo engañar al sabio. Voy a llevarle un pájaro que sujetaré en la mano, y le preguntaré si está vivo o muerto. Si dice que está vivo, lo apretaré y una vez muerto lo dejaré caer al suelo; si dice que está muerto abriré la mano y lo dejaré volar.
El joven llegó hasta el sabio y le hizo la pregunta:
- Sabio, el pájaro que tengo en la mano, ¿está vivo o muerto?
El sabio miró al joven y le dijo:
- Muchacho, la respuesta está en tus manos.
Tomado del libro: “Aplícate el cuento”.
Jaume Soler y Mercè Conangla.

martes, 1 de marzo de 2011

El amor


Cuando el amor te llame, síguelo.
Aunque su camino sea arduo y penoso.
Y cuando sus alas te envuelven, entrégate.
Aunque la espada, entre ellas disimula, te lastimara.
Y cuando te hable, cree en él.
Aunque su voz desgarre tus sueños,
como el viento del norte agosta el jardín.
Porque así como el amor te enaltece, así te crucifica.
Así como te acrece, así te poda.
Así como te eleva a lo más alto,
y acaricia tus ramas más tiernas,
que palpitan bajo el sol,
así descenderá hasta tus raíces
y las conmoverá en un abrazo con la tierra.
Todo esto hará el amor en ti,
para que puedas entender los secretos de tu corazón.
Y convertirte, por ese entendimiento,
en un fragmento del corazón de la vida.
Kalhil Gibran.

El amor abre todas las puertas


En una ciudad nacieron dos hombres, el mismo día, a la misma hora en el mismo lugar. Sus vidas se desarrollaron y cada uno vivió muchas experiencias diferentes.
Al final de sus vidas ambos murieron el mismo día, a la misma hora, en el mismo lugar. De acuerdo a la leyenda se dice que al morir tenemos que pasar por un gran portal de oro puro, donde allí un guardián, nos hace ciertas preguntas para permitirnos pasar.
El primer hombre llegó y el guardián le pregunta:
- ¿Qué fue de tu vida?
El responde:
- Conocí muchos lugares, tuve muchos amigos, hice negocios que produjeron grandes riquezas, mi familia tuvo lo mejor y trabaje duro.
El guardián le pregunta:
- ¿Qué traes contigo?
Él responde:
- Todo ha quedado allí, no traigo nada, ante esto el guardián responde:
- Lo siento no puedes pasar debido a que no traes nada contigo.
Al escuchar estas palabras el hombre llorando y con gran pena en su corazón se sienta a un lado a sufrir el dolor de no poder entrar…..
El segundo hombre llegó y el guardián le pregunta:
- ¿Qué fue de tu vida?
El responde:
- Desde el momento en que nací, fui un caminante, no tuve riquezas, sólo busqué el amor en los corazones de todos los hombres, mi familia me abandonó y en realidad nunca tuve nada….
El guardián le pregunta:
- ¿Encontraste lo que buscabas?
El le responde:
- Si, ha sido mi único alimento desde que lo encontré…..
El guardián responde:
- Muy bien puedes pasar…
Pero ante esta respuesta el hombre responde:
- El Amor que he encontrado es tan grande que lo quiero compartir con este hombre sentado al lado del portal, sufriendo por su fortuna…
Dice la leyenda que su amor era tan grande que fue suficiente para que ambos pasaran por el portal.
Cuento Sufí.

El dinero y el valor


Cuenta la historia de un hombre que, gracias a su inmensa riqueza y su infinita ambición, decidió comprar todo lo que tenía a su alcance. Después de llenar sus muchas casas de ropa, muebles, automóviles, joyas, el hombre decidió comprar otras cosas.
Compró la ética y la moral, y en ese momento nació la corrupción.
Compró la solidaridad y la generosidad -y entonces surgió la diferencia.
Compró la justicia y sus leyes -dando a luz en ese mismo momento a la impunidad.
Compró el amor y los sentimientos, por lo que surgió el dolor y el arrepentimiento.
El hombre más poderoso del mundo compró todos los bienes materiales que quería poseer, y todos los valores que deseaba dominar. Hasta que un día, embriagado de tanto poder, decidió comprarse a sí mismo.
A pesar de todo su dinero, no pudo llevar a cabo su intento. Entonces, a partir de ese momento, nació en la conciencia de la Tierra un único bien al cual ninguna persona puede ponerle precio: su propio valor.
Paulo Coelho

Tescientas monedas de oro


Había un hombre que ganó trescientas monedas de oro, una cantidad tan grande que no sabía donde guardarla. Hizo un agujero en el jardín y las enterró poniendo un letrero que decía “aquí no hay trescientas monedas de oro”. Su vecino, de nombre Wang Er, se extrañó del comportamiento nervioso del hombre y fue al jardín, desenterró la  plata y dejó un letrero que decía “Wang Er no se las llevó”.
Cuanto más intentes ocultar algo más se descubre.
Autor Desconocido.

El mago del arpa


Se dice que era un mago del arpa. En la llanura de Colombia no había ninguna fiesta sin él. Para que la fiesta fuese fiesta, Mesé Figueredo tenía que estar allí con sus dedos bailadores que alegraban los aires y alborotaban las piernas.
Una noche, en un sendero perdido, fue asaltado por unos ladrones. Iba Mesé Figueredo de camino a unas bodas, él encima de una mula, encima de la otra su arpa, cuando unos ladrones se le echaron encima y lo molieron a palos.
A la mañana siguiente, alguien lo encontró. Estaba tendido en el camino, un trapo sucio de barro y sangre, más muerto que vivo. Y entonces aquella piltrafa dijo con un hilo de voz:
- “Se llevaron las mulas.”
Y dijo también:
- “Se llevaron el arpa.”
Y, tomando aliento, rió:
- “¡Pero no se han podido llevar la música!”
Eduardo Galeano

Algunas Frases


El árbol decidió viajar. Cuando consiguió desprenderse de la tierra se dio cuenta de que sus ramas eran sus raíces celestes. Alejandro Jodorowsky.
 No pido otra cosa: el cielo sobre mí y el camino bajo mis pies. Robert L. Stevenson.
 Haz todo el bien que puedas; por todo los medios que puedas; de todas las maneras que puedas; en todos los lugares que puedas; tantas veces como puedas; a todas las personas que puedas, por todo el tiempo que puedas. John Wesley.

 El secreto no está en conocer todas las respuestas, sino en comprender todas las preguntas. Frases Filosofía sufí.

 Me pregunto si las estrellas se iluminan con el fin de que algún día, cada uno pueda encontrar la suya. “El Principito”. Antoine de Saint-Exupèry.

 Lo único necesario para que triunfe el mal es que los hombres buenos no hagan nada. Edmund Burke.

 Imposible es solo una palabra que usan los hombres débiles para vivir fácilmente en el mundo que se les dio, sin atreverse a explorar el poder que tienen para cambiarlo. Imposible NO es un hecho, es una opinión. Imposible no es una declaración, es un reto. Imposible es potencial. Imposible es Temporal, “Imposible is nothing”. Mohamed Ali.

Debe haber algo extrañamente sagrado en la sal: está en nuestras lágrimas y en el mar. Khalil Gibran.

 Todos los días Dios nos da, junto con el sol, un momento en el que es posible cambiar todo lo que nos hace infelices. Paulo Coelho.

Más allá de las nubes el cielo siempre esta azul. Autor Desconocido.

Pierde una sola cosa en la mañana y todo el día andarás a la caza de ella. Whateley.

 Dar felicidad y hacer el bien, he ahí nuestra ley, nuestra ancla de salvación, nuestro faro, nuestra razón de ser. Henri F. Amiel.

El lugar de cada uno


Cierta vez le preguntaron a un hombre sabio:
Se dice que, en el mundo, cada cosa tiene su lugar. Y el hombre también tiene su lugar. Entonces, ¿por qué la gente vive tan incómoda?
Y el sabio respondió:
Porque cada uno quiere ocupar el lugar de otro.
Cuento Budista.

Quien eres tú?


Hace muchos años, cuando apareció en el mundo el Detector de Mentiras, todos los abogados y los estudiosos de la conducta humana estaban fascinados. El aparato está basado en una serie de sensores que detectan las variaciones fisiológicas de sudoración, contracturas musculares, variaciones de pulso, temblores y movimientos oculares que se producen en un individuo cualquiera cuando miente.
En aquel entonces las experiencias con La Máquina de la Verdad, como se la llegó a llamar, proliferaban por doquier.
Un día, a un abogado se le ocurrió una exploración muy particular. Trasladó la máquina al hospital psiquiátrico de la ciudad y sentó en él a un internado: J. C. Jones. El señor Jones era un psicótico y como parte de su delirio aseguraba que él era Napoleón Bonaparte. Quizás por haber sido estudiante de historia, conocía a la perfección la vida de Napoleón y enunciaba con exactitud y en primera persona pequeños detalles de la vida del Gran Corso, en secuencia lógica y coherente.
A este señor J. C. Jones se lo sentó en el detector de mentiras y luego de una rutina de calibración, se le preguntó.
— ¿Usted es Napoleón Bonaparte?
El paciente pensó un instante y después contestó.
— ¡No!, ¿cómo se le ocurre? Yo soy J. C. Jones. ¡Todos sonrieron, salvo el operador del detector que informó que el señor Jones MINTIÓ!
La máquina demostró que cuando el paciente dijo la verdad (que era Jones) estaba mintiendo (él creía que era Napoleón).
Decir la verdad o no, es independiente del hecho de mentir.
No importa tanto lo que los otros digan de quién eres tú, sino de quien tú estás convencido que eres. Responde a la pregunta: ¿Quién eres tú?
Tomado del libro: “Recuentos para Demián”
Jorge Bucay

Sueño


Una vez, en el lugar más hermoso del universo, vivía un niño llamado Sueño, el cual anhelaba crecer y conocer otros mundos.
Sueño se divertía por allá en lo alto, por las nubes, jugando y jugando todo el día. Una vez, Sueño se dio cuenta que el no crecía como crecían sus amigos, además, empezó a sentirse muy débil y poco a poco perdió sus ganas de jugar.
Un gran día DIOS, desde el cielo, al ver a su amado hijo Sueño tan débil, envió un mensajero que llevaba consigo un maletín muy especial que contenía alimentos divinos para así fortalecer y hacer crecer a Sueño.
Desde el mismo instante en que aquel mensajero llego. Sueño empezó a sentirse mejor y mejor, ya que cada día aquel mensajero lo alimentaba con aquellos celestiales manjares.
Muchos caldos de constancia con fuerza, platos muy nutritivos de voluntad y trabajo, postres hechos a base de paciencia, fantásticos jugos hechos con decisión y, lo más importante, tratándolo con mucha confianza y, sobre todo, mucho amor a DIOS.
Sueño creció y creció, y llego a dejar de ser Sueño para convertirse en Meta, y claro que siguió jugando, pero ya no por las nubes, sino aquí, en la Tierra, y conoció otros mundos, mundos como la felicidad y la satisfacción, y un día no muy lejano Meta dejo de ser Meta y se transformo en REALIDAD.
Tomado del libro: “Más cuentos con Alma”.
Rosario Gómez

El escorpión y el maestro


Un maestro oriental que vio cómo un escorpión se estaba ahogando, decidió sacarlo del agua, pero cuando lo hizo, el bicho le picó.
Por la reacción al dolor, el maestro soltó al animal, que cayó al agua y de nuevo estaba ahogándose. El maestro de nuevo intentó sacarlo y otra vez el bicho le volvió a picar.
Alguien que había observado todo, se acercó al maestro y le dijo:
- Perdone, ¡pero usted es terco! ¿No entiende que cada vez que usted intenta sacarlo del agua lo picará?
- La naturaleza del escorpión es picar y eso no va a cambiar la mía, que es ayudar -respondió el maestro.
Y entonces, ayudándose de una hoja, el maestro sacó al animalito del agua y le salvó la vida.
No cambies tu naturaleza si alguien te hace daño; sólo toma precauciones.
Algunos persiguen la felicidad, otros la crean.
Que la conducta de las otras personas jamás condicione la tuya.
Autor Desconocido.

Las cinco libertades


1. Libertad para SER LO QUE UNO ES AHORA, en vez de lo que fue, será o debería ser.
2. Libertad para SENTIR LO QUE SE SIENTE, en lugar de lo que se supone que debería sentir.
3. Libertad para DECIR LO QUE UNO SIENTE Y PIENSA, en vez de lo que se supone que debería sentir y pensar.
4. Libertad para CORRER RIESGOS POR LA PROPIA CUENTA, en lugar de elegir siempre lo que se considera más “seguro”.
5. Libertad para PEDIR LO QUE UNO QUIERE, en lugar de ponerse a esperar que alguien le dé permiso para hacerlo.
Virginia Satir.

Un faro en el desierto


Un hombre se puso a construir un faro en medio del desierto.
Todos se burlaban de él y lo llamaban loco. ¿Un faro en medio del desierto? El hombre no hacía caso y seguía, callado, haciendo su labor.
Un día por fin acabó el faro. En la noche sin luna y sin estrellas el espléndido rayo empezó a girar en las tinieblas del aire, como si la vía láctea se hubiera convertido en carrusel.
Y sucedió que en el momento que el faro comenzó a dar su luz, surgió de pronto en el desierto un mar, y hubo en el mar buques trasatlánticos, y vuelos de submarinos de ballenas, y puertos con mercaderes de Venecia, y piratas de barba roja, y holandeses errantes, y sirenas.
 Todos se asombraron, menos el constructor del faro. Sabía él que si alguien enciende una luz en medio de la oscuridad, al brillo de esa luz surgirán… muchas maravillas.
Autor Desconocido.

Ser Diferente


Un carpintero y sus ayudantes que viajaban por el territorio de Qi, buscando material para realizar construcciones. Encontraron un árbol gigantesco; cinco hombres dándose las manos no conseguían abrazarlo y era tan alto que casi tocaba las nubes.
- No vamos a perder nuestro tiempo con este árbol – dijo el carpintero. Para cortarlo nos demoraremos mucho. Si quisiéramos hacer un barco, se hundiría de tan pesado que es su tronco. Si decidimos usarlo como estructura de un techo, las paredes tendrán que ser fuertemente resistentes.
El grupo siguió adelante y uno de los aprendices comentó:
- ¡Es un árbol tan grande que no sirve para nada!
- Estás equivocado, dijo el carpintero. Si fuese igual a los otros, nosotros ya lo hubiésemos cortado, pero como tuvo el coraje de ser diferente, permanecerá vivo y fuerte por mucho tiempo.
Paulo Coelho