viernes, 25 de febrero de 2011

La Palabra no es el hecho



Sé que la palabra no es el hecho, si digo manzana no es
la maravilla innombrable que enamora el verano, si digo árbol apenas me
acerco a lo que saben las aves, el caballo siempre fue y será lo que es sin
saber que así lo nombro. Sé que la palabra no es el hecho, pero sí que un
día mi padre bajó de la montaña y dijo unas palabras al oído de mi madre, y
la incendió de tal manera que hasta aquí he llegado yo, continuando el poema
que mi padre comenzó con algunas palabras.

Nacemos para encontrarnos (la vida es el arte del encuentro)
Hay tantas cosas para gozar y nuestro paso por la Tierra es tan corto, que
sufrir es una pérdida de tiempo. Además, el universo siempre está dispuesto
a complacernos, por eso estamos rodeados de buenas noticias. Cada mañana es
una buena noticia

Eso lo aprendí de mi madre que fue la primera buena noticia que conocí.
Nunca pudo ser "inteligente" porque cada vez que estaba por
aprender algo llegaba la felicidad y la distraía, nunca usó agenda porque
sólo hacía lo que amaba, y eso se lo recordaba el corazón. Se dedicó a vivir
y no le quedaba tiempo para hacer otra cosa. De mi madre también aprendí que
nunca es tarde, que siempre se puede empezar de nuevo, ahora mismo le puedes
decir basta al trabajo que odias, a las cosas que
te encadenan, a la tarjeta de crédito, a los noticieros que te envenenan
desde la mañana, a los que quieren dirigir tu vida, ahora mismo le puedes
decir basta al miedo que heredaste, porque la vida es aquí y ahora mismo.

Que nada te distraiga de ti mismo, debes estar atento porque todavía no
gozaste la más grande alegría ni sufriste el más grande dolor.

Vacía la copa cada noche para que Dios te la llene de agua nueva en el nuevo
día. Vive de instante en instante porque eso es la vida.
Se gana y se pierde, se sube y se baja, se nace y se muere. No te sientas aparte y olvidado,
Perdónate, acéptate, reconócete y ámate,  entonces serás siempre nueva.

Tienes el poder para ser libre en este mismo momento, el poder está siempre
en el presente porque toda la vida está en cada instante, pero no digas no
puedo ni en broma porque el inconsciente no tiene sentido de humor, lo
tomará en serio y te lo recordará cada vez que lo intentes. Si quieres
recuperar la salud abandona la crítica, el resentimiento y la culpa,
responsables de nuestras enfermedades. Perdona a todos y perdónate, no hay
liberación más grande que el perdón, no hay nada como vivir sin enemigos.
Nada peor para la cabeza y por lo tanto para el cuerpo, que el miedo, la
culpa, el resentimiento y la crítica que te hace juez (agotadora y vana
tarea) y cómplice de lo que te disgusta. Culpar a los demás es no aceptar la
responsabilidad de nuestra vida, es distraerse de ella. El bien y el mal
viven dentro tuyo, alimenta más al bien para que sea el vencedor cada vez
que tengan que enfrentarse. Lo que llamamos problemas son lecciones, por eso
nada de lo que nos sucede es en vano.

No te quejes, recuerda que naciste desnudo, entonces ese pantalón y esa
camisa que llevas ya son ganancia. Cuida el presente porque en él vivirás el
resto de tu vida. Libérate de la ansiedad, piensa que lo que debe ser será,
y sucederá naturalmente.

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