lunes, 28 de febrero de 2011

No llegues tarde


El párroco se estaba retirando después de 25 años a cargo de la  parroquia y los feligreses decidieron ofrecerle una cena de despedida en su honor…
Se escogió a un destacado político local, miembro de la parroquia, para dar un pequeño discurso durante la cena. Pero se retrasó y el sacerdote decidió entonces decir unas breves palabras mientras esperaban al político…
“Obtuve mi primera impresión sobre esta parroquia en la primera confesión que debí escuchar. Pensé que había sido destinado a un lugar terrible. La primera persona que entró a mi confesionario me dijo que había robado un televisor y que, al ser detenido por la policía, casi había matado al oficial. Había robado dinero a sus padres, sustraído mercancía de su sitio de trabajo, había tenido un romance con la esposa de su jefe y tomaba estupefacientes…
“Yo estaba anonadado… Pero a medida que pasaban los días, me di cuenta que la gente de esta parroquia no era nada así y que ciertamente había venido a una comunidad llena de gente buena y amable…”  Justo cuando el sacerdote terminaba sus palabras, el político entró al salón, disculpándose por la tardanza…
Inmediatamente comenzó su presentación y el discurso en honor del párroco saliente.
“…Nunca olvidaré el primer día que el Padre llegó a nuestra parroquia, -dijo el político-. De hecho, tuve el honor de ser el primero en confesarme con él…”
Humberto Guarín Gómez

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